1.- LECTURA DE Marí, R. (2006).Diagnóstico pedagógico. Un modelo para la intervención psicopedagógica.
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APROXIMACIÓN
AL MODELO DE DIAGNÓSTICO PEDAGÓGICO
Ricard Marí
Mollà, Purificación Sánchez Delgado, Irene Gastaldo Bartual
Departamento MIDE. Universidad de Valencia.
1. Reflexiones epistemológicas:
Desde la nueva ordenación del sistema
educativo, el psicopedagogo tiene que realizar una actividad diagnóstica
orientada a la escuela y al aprendizaje, basada en una filosofía derivada de la
misma ley que persigue los cambios necesarios para la mejora educativa.
Esta escuela se adecúa a una realidad
sociocultural que es diversa y multicultural y por tanto abandona el pretendido
modelo único, basado en la homogeneización, al que debían adaptarse los
alumnos.
El diagnóstico en Educación tiene que
asumir esta realidad y considerar la totalidad y complejidad de la estructura
de la información proveniente del hecho educativo y, por ello, profundizar en
la crítica interna a los procedimientos diagnósticos en la búsqueda de una
fundamentación epistemológica y metodológica para adecuar al Diagnóstico
Pedagógico a la nueva realidad socioeducativa.
Creemos que todo ello
implica:
a) Abandonar los modelos tradicionales de
diagnóstico (médico, psicométrico, conductual), por estar centrados
en las deficiencias, por no generar recursos para la intervención perfectiva y,
dada su característica restrictiva fundamental, por no considerar la realidad a
diagnostica en su contexto y en su complejidad.
b) Adoptar una metodología centrada en el proceso enseñanza/aprendizaje
que permita indagar en el contexto socioeducativo del sujeto y en su
aprendizaje y que proporcione conclusiones diagnósticas para la necesaria
intervención preventiva o perfectiva y el cambio educativo, así como la
especificación de las necesidades educativas especiales en una escuela de la
diversidad.
El Diagnóstico Pedagógico, pues, tiene
que satisfacer todas estas necesidades y, por ello, estudiar al sujeto que
aprende desde su globalidad y complejidad, lo cual supone reconocer la
multidisciplinaria, multivariada y multinivel naturaleza de las situaciones
educativas. Ello supone la adopción de un paradigma para el cambio basado en la
complementariedad paradigmática, en función del objetivo del diagnóstico, con
un nuevo marco de referencia teórico del trabajo diagnóstico y un proceso y
recursos metodológicos adecuados, que incluye la intervención educativa de tipo
perfectivo.
Según estos principios hemos
desarrollado las bases de un modelo de diagnóstico que puede consultarse en
Marí (2001) y del que hemos extraído estas notas.
2. Definición:
Los rasgos distintivos del nuevo
concepto de Diagnóstico Pedagógico son:
a) El sujeto a quien
se va a realizar un diagnóstico. Se acepta que el sujeto es cualquier persona,
grupo, clase o institución cuya afección es objeto de estudio (Granados, 1993).
Se ocupa de los aspectos individuales e institucionales, incluyendo a los
sujetos y al contexto familiar, escolar y social a fin de predecir sus conductas
y posibilitar la intervención psicopedagógica.
Los sujetos a los que se dirige el
diagnóstico son la totalidad de los mismos, en contra de su limitación a los
sujetos problemáticos según la tradición diagnóstica derivada de la medicina y
psicología. Esto es, el conocimiento de todas las variables significativas
relacionadas con todos y cada uno de los sujetos o contexto de naturaleza
pedagógica, psicológica, sociológica o cualquier otra. El Diagnóstico
Pedagógico deja de ser “el arte de descubrir e interpretar los signos de una
enfermedad” para orientarse al conocimiento de todos los educandos en el
conjunto de variables que permitan la adecuación del currículum.
Al abarcar a los sujetos en su
globalidad o complejidad el Diagnóstico Pedagógico no puede limitarse a la
consideración de las variables intelectuales o cognitivas y de aprendizaje o a
cualquier otra, considerada de forma aislada en la que en algún momento se haya
detectado alguna limitación o deficiencia, puesto que se acepta que la conducta
no está reducida al ámbito psicológico (organísmico o personalidad), sino que
abarca el contexto, relaciones interpersonales, motivación, autoconcepto,
valores, (Marín y Buisán, 1986; Granados, 1993)., esto es, todos los
indicadores y las variables relevantes para una educación integral en el ámbito
de la diversidad.
b) El objeto de
estudio del Diagnóstico pedagógico es propio: las situaciones educativas, el
estudio de cualquier hecho educativo, no sólo del alumno sino de todas aquellas
variables que permiten y definen el acto de educar ya sea la institución
escolar con su organización, metodología didáctica, personal y recursos, etc.,
o la comunidad educativa que rodea dicha institución. Además, el objeto
diagnóstico debe extenderse a referencias más amplias que las incluidas en las
instituciones escolares como la familia, la comunidad, cualquier elemento
socializador, dado que los problemas y posibilidades existentes en los sujetos
en orden a su educación se derivan tanto de factores endógenos como exógenos, o
dicho de otra manera, de los elementos o factores personales y los ambientales
(Marín y Buisán, 1986).
c) Una nueva finalidad: El
fin del Diagnóstico Pedagógico no es atender las deficiencias de los sujetos y
su recuperación, sino una consideración nueva que podemos llamar pedagógica:
proponer sugerencias e intervenciones perfectivas, bien sobre situaciones
deficitarias para su corrección o recuperación, o sobre situaciones no
deficitarias para su potenciación, desarrollo o prevención. Nace, pues, con
vocación de apoyar el desarrollo del proceso educativo, con una finalidad de
mejora (Martínez González, 1993), hacia el perfeccionamiento de su objeto de
estudio (producto o proceso) contextualizándose en un proceso perfectivo y de
desarrollo propio de la educación.
d) El Diagnóstico Pedagógico incluye
la intervención: Desde una consideración tradicional, tal como ha
sido desplazado desde la perspectiva evaluadora, el diagnóstico se reduce a una
actividad descriptiva, diferenciándose del tratamiento, pero desde los cambios
paradigmáticos sugerido en el Diagnóstico Pedagógico toda acción diagnóstica
incluye una intervención.
Se incluye, pues, una intervención, con
las posteriores revisiones para ratificar o rectificar la intervención sugerida
(Doval, 1995), en un proceso diagnóstico que implica una serie de etapas
sucesivas e interdependientes. Ambos elementos interactúan puesto que, el
proceso diagnóstico no se puede considerar, simplemente, como una exploración
explicativa de un hecho, sino que pretende establecer presupuestos de futuro
(predicción) y el instaurar actividades de intervención junto con un
seguimiento y control de las mismas para comprobar si las mejoras previsibles
se van alcanzando.
e) El proceso metodológico del
Diagnóstico Pedagógico: La actividad diagnóstica sigue un proceso metodológico
riguroso y sistemático que la convierte en una actividad científico-profesional.
Tal vez su característica más singular
sea el ser un proceso basado en la metodología general de investigación
(Investigación Evaluativa), pero con la diferencia respecto de la investigación
básica de que su objetivo consiste en la aplicación inmediata de sus
resultados. Constituye un proceso general de investigación pero de carácter
aplicado.
Todas las anteriores propuestas nos
llevan a proponer la siguiente definición:
El Diagnóstico Pedagógico se debe entender como una actividad
científica, teórico-técnica, insertada en el proceso enseñanza-aprendizaje, que
incluye actividades de medición, estimación-valoración (assessment) y evaluación,
consistente en un proceso de indagación científica, apoyado en una base
epistemológica, que se encamina al conocimiento y valoración de cualquier hecho
educativo con el fin de tomar una decisión para la mejora del proceso
enseñanza-aprendizaje.
3. El proceso:
El Diagnóstico Pedagógico es una
actividad sostenida por bases científicas y vinculada a la práctica, aunque sin
confundirse con ella. Ello nos lleva a concluir que se trata de un proceso de
investigación vinculado a la Investigación Evaluativa. Tal vez su
característica más singular sea el ser un proceso basado en la metodología
general de investigación, pero con la diferencia respecto de la investigación
básica de que su objetivo consiste en la aplicación inmediata de sus
resultados. Constituye un proceso general de investigación pero de carácter
aplicado.
Desde esta posición podemos afirmar que
el Diagnóstico Pedagógico implica un proceso de investigación formado por los
componentes metodológicos fundamentales de cualquier proceso de investigación,
incluida la investigación evaluativa, el cual se resume en la siguiente guía de
procedimiento:
a) Recogida de información,
b) Análisis de la información,
c) Valoración de la información (como fiable/válida) para la toma de
decisiones,
e) La intervención mediante la adecuada adaptación curricular y
f) La evaluación del proceso diagnóstico
El control de las diferentes variables
que lo conforman y la correcta realización de cada una de sus partes, de manera
que se asegure su replicabilidad, configurarán la cientificidad del propio
proceso.
Si bien hay consenso en la consideración
procesual del diagnóstico, no ocurre lo mismo con las dinámicas intermedias que
marcan su secuencialización. Estas dinámicas, aunque se consideran flexibles,
configuran, también, nuestra propuesta.
4. Propuestas metodológicas:
Las conclusiones epistemológicas
asumidas recomiendan una posición metodológica de tipo integrador tanto de las
diferentes perspectivas diagnósticas como de las estrategias cuantitativas y
cualitativas y esto se cree que es lo adecuado para procurar el avance del
conocimiento.
La concepción del Diagnóstico
Pedagógico orientado a todas las situaciones y entidades educativas y que
pretende la comprensión de la realidad global y compleja tiene que considerar
una multiplicidad de dimensiones, ámbitos, áreas, etc., correspondientes a los
objetos de diagnóstico. Esto supone una multiplicidad y multidisciplinariedad
de variables, indicadores o elementos relacionados con el objeto de estudio que
se deben analizar y valorar. Esta naturaleza multinivel de la investigación
diagnóstica debe ser tomada en consideración en el diseño de estudio y en los
diversos análisis de la información.
En referencia a las actividades
diagnósticas genéricas, entre los recursos metodológicos que
consideren la multidimensionalidad del rendimiento explicitando la relación
entre las variables, se considera que el modelo interactivo, en su alternativa
mediacional, se adecua mejor al concepto de Diagnóstico Pedagógico y evita la
influencia de los prejuicios y las tomas de posición conceptuales previas.
En referencia a las actividades
diagnósticas específicas, se precisa de la misma consideración
metodológica aunque tienen un problema añadido que es la exigencia social de la
inmediatez. Se precisa una posición metodológica de tipo integrador de las
perspectivas analizadas y de las estrategias cuantitativas y cualitativas. Por
ello, hay que desechar todo modelo causal-correlacionar y adoptar los modelos
mediacionales-integradores puesto que ofrecen información para determinar las
mediaciones ejercidas por determinados factores. Esto es, estos modelos
mediacionales-integradores permiten una comprensión de la realidad compleja que
facilita las claves para la intervención posterior.
El procedimiento metodológico ha de ser
evidentemente complejo dada la complejidad, multivariedad de información,
disciplinas, expertos, etc. que intervienen en el proceso diagnóstico, por
ello, pueden ser útiles tanto las aportaciones de las perspectivas
cuantitativas como cualitativas, como el Estudio de Casos, Análisis de Datos Cualitativos
(Miles y Huberman, 1994), etc. Se trata de esquemas metodológicos de acción
flexibles, dinámicos y coherentes epistemológica y metodológicamente con el
concepto de Diagnóstico Pedagógico.
enterada jajajajajaja
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